Esta semana las fuerzas represivas del Régimen han imputado a otros 55 habitantes de la provincia de Calcídica.
Estas nuevas imputaciones vienen a sumarse a una serie de imputaciones,
procesamientos, enjuiciamientos, detenciones, tomas de muestra de ADN,
palizas, redadas y todo tipo de terrorismo,
represión y penalización de la lucha de los habitantes de los pueblos
del noroeste de la provincia contra la instalación de una minería de oro
y la consiguiente destrucción del medio ambiente y de su vida.
Las imputaciones conciernen a hechos acontecidos entre enero y julio de 2013. En concreto, conciernen a la invasión de las fuerzas armadas del Régimen en dos pueblos el 7 de marzo de 2013 y la resistencia de sus habitantes, al bloqueo del acceso a la montaña a periodistas-títeres de la empresa minera Oro Griego, y al bloqueo de la carretera local por habitantes de los pueblos de la zona. A los 55 habitantes se les imputan varios delitos menores sacados del repertorio de la represión estatal.
Al mismo tiempo que se desató esta nueva ola de represión e intimidación, el gobierno trató de igualar la lucha antiminera de los habitantes de Calcídica con la violencia de las bandas fascistas y paraestatales, entre ellas de la banda neonazi Aurora Dorada. El mismo primer ministro fue él que en su último discursillo puso en el punto de mira la lucha antiminera.
Lo que no jamás van a entender todos los parásitos de la Soberanía y el Poder es que la lucha social y de clase no se puede reprimir, ni se puede criminalizar. Mientras haya Poder y explotación, habrá resistencia y contraviolencia. La lucha antiminera del pueblo de Calcídica contra la vorágine capitalista debe hacerse la causa de todos los que luchan por tierra y libertad.
Las imputaciones conciernen a hechos acontecidos entre enero y julio de 2013. En concreto, conciernen a la invasión de las fuerzas armadas del Régimen en dos pueblos el 7 de marzo de 2013 y la resistencia de sus habitantes, al bloqueo del acceso a la montaña a periodistas-títeres de la empresa minera Oro Griego, y al bloqueo de la carretera local por habitantes de los pueblos de la zona. A los 55 habitantes se les imputan varios delitos menores sacados del repertorio de la represión estatal.
Al mismo tiempo que se desató esta nueva ola de represión e intimidación, el gobierno trató de igualar la lucha antiminera de los habitantes de Calcídica con la violencia de las bandas fascistas y paraestatales, entre ellas de la banda neonazi Aurora Dorada. El mismo primer ministro fue él que en su último discursillo puso en el punto de mira la lucha antiminera.
Lo que no jamás van a entender todos los parásitos de la Soberanía y el Poder es que la lucha social y de clase no se puede reprimir, ni se puede criminalizar. Mientras haya Poder y explotación, habrá resistencia y contraviolencia. La lucha antiminera del pueblo de Calcídica contra la vorágine capitalista debe hacerse la causa de todos los que luchan por tierra y libertad.
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